Me licencié en psicología en el 2004, por la Universidad Nacional de San Marcos en Lima (Perú), mi alma mater, de la que tanto aprendí y disfruté, y de la cual conservo grandes recuerdos. Cursé la especialidad de psicología clínica y durante mis últimos años de carrera, mi vocación por la promoción y prevención en de la salud, me llevó a participar y trabajar en diferentes de programas de prevención dirigidos a adolescentes, adultos y familias. Así como participar en dispositivos de salud mental de hospitales nacionales y clínicas privadas.

El contacto con otras realidades a través de los programas de prevención y promoción de salud en zonas difíciles, me hizo ser más consciente de las desigualdades en las que vivían muchas poblaciones, generando en mí nuevas inquietudes; y canalizando mi solidaridad y ganas de cambiar el mundo a mejor, empecé a trabajar en proyectos de intervención social y de cooperación.

Y cuando tocó mudarnos a Madrid, ya por el año 2005, vi la oportunidad de seguirme especializando en estos temas, terminé estudiando el Máster de cooperación al desarrollo y ayuda humanitaria en la Universidad de Comillas (Madrid); luego del cual empecé a trabajar en el mundo de la cooperación internacional y ayuda humanitaria, recuerdo que las veces que podía, siempre trataba de involucrarme en proyectos de salud y que tuviesen componentes de intervención psicosocial.

Confieso que mi trayectoria en este mundo me trajo muy buenas experiencias no solo a nivel profesional sino personal, a la vez que me permitió conocer diferentes países y sus diversas realidades. Recuerdo que durante todo ese tiempo para mí era muy importante mantener en activo mis inquietudes como psicóloga, así qué durante años me mantuve participando en programas de orientación psicológica para niños y adolescente en riesgo, y en otros de intervención social. Me especialicé en Intervención Psicosocial en Crisis, Emergencias y Desastres en la Universidad Autónoma de Madrid, y estuve participando en dispositivos de respuesta psicosocial en situaciones de crisis y emergencias.

En el 2013 las circunstancias favorecieron a que pudiese dedicarme más a mí, y emprender un camino mucho más profundo de autoconocimiento y crecimiento personal, y a la par de continuar mi formación experiencial en terapias y psicoterapias. Introduciendo así la meditación y el mindfulness en mí día a día, abriéndome a técnicas innovadoras y en algunos casos holísticas para trabajar la resolución de conflictos desde un nivel más profundo y sutil. Conocí las constelaciones familiares, me formé en ellas, la cual me permitió ver a las personas y sus conflictos desde una perspectiva sistémica e intergeneracional. Esto último fue mi inspiración para que poco tiempo después deseara profundizar más en lo relacional y sistémico, con lo cual me formé en Terapia Familiar Sistémica y de Pareja por la Universidad Complutense de Madrid.