Cómo superar una crisis de pareja

Enfrentar una crisis de pareja puede ser un desafío emocionalmente agotador. Sin embargo, estas crisis también pueden convertirse en una oportunidad para crecer y fortalecer la relación.

Si te sientes atrapada en discusiones constantes, distanciamiento emocional o dudas sobre el futuro juntos, sigue leyendo para descubrir estrategias prácticas que pueden ayudarte a superar este momento difícil.

Identifica el origen del conflicto

El primer paso para superar una crisis de pareja es entender qué está causando el conflicto, qué variables pueden estar influyendo. Muchas veces, los problemas visibles son sólo la punta del iceberg.

Algo que puede empezar a ayudarte es preguntarte:

  • ¿Están relacionadas las discusiones con el estrés laboral, problemas económicos o falta de comunicación?
  • ¿Existen resentimientos acumulados o expectativas no cumplidas en mi relación?
  • ¿Qué área de mi vida y nuestra vida juntos se está  viendo influenciada por los conflictos recurrentes?

 

Habla con tu pareja desde la empatía, intentando comprender su perspectiva. Este ejercicio de reflexión mutua puede marcar el inicio del cambio.

 

Aprende a escuchar de verdad

En muchas parejas, la escucha activa es un recurso subestimado. No se trata solo de oír lo que dice tu pareja, sino de prestar atención sin interrumpir ni juzgar. Sobre todo la escucha activa es una escucha empática, en donde buscas comprender lo que la otra persona te está diciendo.

Prueba estas técnicas:

  • Repite lo que entendiste, por ejemplo, puedes parafrasear o hacer un resumen con tus propias palabras de lo que te planteó tu pareja: Esto asegura que captaste el mensaje y ayuda a tu pareja a sentirse escuchada.
  • Haz preguntas abiertas: Permiten que la conversación fluya y ayudan a profundizar en los sentimientos y necesidades.
  • Para conversaciones importantes como ésta, recuerda tener en cuenta el dónde, cómo y cuándo al tener estas conversaciones.
  • Es importante tener presente un lenguaje no verbal positivo, procura el contacto visual, la cercanía física si es posible, y la orientación del cuerpo hacia la persona que está hablando y una disposición de apertura.

Recuerda la escucha activa ayuda a tener conversaciones más significativas y profundas; y es una de las piedras angulares en la resolución de conflictos.

 

Recupera la conexión emocional

Cuando una pareja está en crisis, es común que la conexión emocional se debilite. Para recuperarla, intenta:

  • Trabajar la comunicación, aquí la escucha activa será fundamental.
  • Aplicar la empatía en la relación, ponerse en el lugar de la pareja ayudará a comprender mejor sus emociones y fortalecerá el vínculo mutuo.
  • Compartir tiempo de calidad y en exclusiva: Hagan actividades que ambos disfruten, como caminar, cocinar juntos, volver a tener citas o ver una película, etc.
  • Tener demostraciones de amor y afecto: Los gestos de cariño son bienvenidos, un abrazo espontáneo, un mensaje cariñoso o un cumplido pueden marcar la diferencia.
  • Resolver los conflictos de manera constructiva, de forma respetuosa y conjunta, tratando de no culpar o criticar al otro. Resolver los problemas en equipo fortalecerá la confianza y la conexión emocional.

Recuerda la conexión emocional no surge de la nada; se construye, y es un trabajo que requiere compromiso y dedicación de ambas partes.

 

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Establece límites y acuerdos claros

Algunas crisis surgen por una falta de claridad en los límites o por expectativas desalineadas. Si este es el caso, considera hablar y establecer acuerdos claros sobre temas como:

  • Responsabilidades del hogar. Por ejemplo, cómo nos repartimos las labores domésticas, cómo organizamos la logística de llevar un hogar, cómo afrontamos los gastos, etc.
  • En el caso de tener hijos, la responsabilidad de la crianza, las responsabilidades de cada conyugue en la crianza, la educación y la socialización de los hijos, etc.
  • Gestión del tiempo y el espacio personal. Cómo gestionamos nuestro tiempo de pareja, qué priorizamos; el equilibrio entre el tiempo que dedicamos a la pareja, el espacio a una misma y  a otras relaciones significativas propias -amigos, familia, etc.
  • Expectativas y proyectos a futuro. Por ejemplo, dónde viviremos, queremos tener hijos, cómo nos gustaría llevaros con nuestras familias políticas, etc.
  • Maneras de abordar los desacuerdos. Ayuda que haya predisposición a abordarlos y no evadirlos. Y al afrontarlos, ser equipo frente a la dificultad o el problema. Recordemos que la persona que tengo al lado, es aliado no enemigo.

 

Revisar estos acuerdos con regularidad ayuda para asegurarse de que sigan funcionando.

 

Reconoce tus propias emociones y acciones

Es importante reflexionar sobre cómo tus palabras y tus  comportamientos pueden estar influyendo en la relación. Pregúntate:

  • ¿Estoy comunicando mis necesidades de manera clara y respetuosa?
  • ¿He asumido una actitud defensiva o de indiferencia?
  • ¿Ante algo que me molesta de mi pareja respondo de manera pasivo- agresiva?
  • ¿Con frecuencia suelo desear que mi pareja tenga que saber lo que necesito y siento? Como si pudiese leerme el pensamiento.

Tomar responsabilidad por tu parte del problema es un paso esencial para construir una solución conjunta.

 

Si sienten que no pueden resolver la crisis por sí solos, buscar apoyo profesional puede ser una de las decisiones más valiosas. La terapia de pareja ofrece un espacio seguro donde ambos pueden expresar sus emociones y trabajar juntos para encontrar soluciones.

Una terapeuta especializada en relaciones puede ayudarles a identificar patrones tóxicos, mejorar la comunicación y reconstruir la confianza.

 

Superar una crisis de pareja no es un proceso rápido ni sencillo, pero con esfuerzo, comunicación y apoyo adecuado, es posible salir fortalecidos y más unidos. Si estás lista para dar el siguiente paso y necesitas guía profesional, puedes contactarme y agendar una sesión de terapia de pareja.

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